“PACIENTES”,
(Normas
para el convaleciente)
Los
convalecientes son gente que ha gozado de buena
salud
pero que está debilitada; se parecen a las
pinturas
que han sufrido el ultraje del tiempo;
han
perdido su fogosidad y su sangre se ha empobrecido.
Mira:
si sus cuerpos han ido adelgazando con el tiempo,
dale
de comer poco, pocas veces y sin prisa;
si
ha adelgazado en poco tiempo,
dale
mucha comida, muchas veces
pero
de una manera adecuada y progresiva
hasta
que su mejoría sea evidente.
Dale
comidas pequeñas, muy nutritivas que sean de provecho;
debes
imponerle calma y reposo pues sus miembros son débiles,
intenta
remontar su moral con buena conversación y una compañía agradable,
dale
perfumes y flores olorosas,
procúrale
alegría y canciones, aleja de él
los
pensamientos sombríos y la fatiga.
Que
tome baños de bañera, y de hamman de corta duración,
baños
de asiento en agua templada; dale masajes con
aceite
en los miembros;
que
no haga ejercicios ni tome friegas demasiado
fuertes
para no fatigarse.
Extraído de POEMA DE LA MEDICINA de Avicena
En
la antigüedad poesía y ciencia iban cogidas de la mano. Los
manuales y tratados estaban escritos en verso porque así resultaban más
fáciles de memorizar. Este poema de Avicena puede que nos sirva un
poco de guía para ayudarnos a soportar mejor esas convalencencias
forzosas en casa.


Vamos
ahora con algunas recomendaciones literarias, con alguno de los
libros que he decubierto y disfrutado este fin de semana. Espero que
vosotros, estos u otros libros, los estéis disfrutando del mismo
modo.
“HECHO
EN FALTA, (poesía reunida)” de Juan Bonilla, (Visor)
“LA
SODOMÍA EN LA NUEVA ESPAÑA” de Luis Felipe Fabre. (Pre-Textos)
“DIVÁN
DE POETISAS ÁRABES CONTEMPORÁNEAS” varias autoras (ed. del
Oriente y del Mediterráneo).
“FUERA
DE CAMPO (poesía reunida)", de Pablo García Casado
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