Imagen extraída de la Guía del ocio |
Que
es en las situaciones de crisis cuando aflora la valía y la pasta de
la que verdaderamente están hechas las personas es algo que no me
cansaré de escribir. Desde el primer momento en esta crisis
sanitaria hemos podido comprobar la rapidez con la que tantos
profesionales que están a pie de calle, los PROFESIONALES con
mayúsculas, han reacionado y han puesto todos sus conocimientos y
energía al servicio de las personas que lo necesitaban. Otra cosa es
la previsión que hubo para enfrentarse a todo esto, la coordinación
en estos días o las conclusiones que podamos sacar desde la retaguardia del trabajo de esas personas que estuvieron siempre en la primera línea del frente. Es la historia de siempre.
Siempre habrá sacrificados y quienes quieran aprovecharse del
esfuerzo de estos. Justo en las antípodas de los grandes personas
que salimos a aplaudir cada día a las ocho de la tarde, pueden encontrarse los medios de comunicación. Hay sus excepciones, por supuesto, pero la
gran mayoría de pseudoperiodistas y demás personajes de la farándula informativa, cada uno con su cuota de audiencia fiel, ciega y sorda a unas voces que no sean los suyas, siguen con su
mismo tono de siempre, sin importar las penas que puedan estar
sufriendo algunas personas o los logros que se vayan consiguiendo día a día. Ellos siguen sembrando odios, dudas, miedos o lo que haga falta, porque no
nos engañemos, controlar el estado de ánimo sigue siendo un negocio
bastante rentable. Y estos días más, ya sabemos, a río de ánimos
revueltos, ganancia de pescadores sin escrúpulos. En fin, tengamos
cuidado con pasar demasiadas horas frente al televisor o la radio
(más música y menos bilis), hasta los psicólogos recomiendan no
abusar de los noticiarios, y ahora que por fin disponemos de tanto
tiempo libre y a veces no sabemos muy bien lo que hacer con él,
podemos poner algo más de atención y meditar lo que unas y otros
nos dicen desde el otro lado del micrófono.
Pero cambiando de tercio (que una monta un blog y ya se cree otro vocero popular) vamos a hablar de teatro. Hace
unos días se puso en este blog un enlace a la web de TEATROTECA,
gestionada por el Centro de Documentación Teatral. Un espacio desde
el que se puede acceder a cientos de obras de teatro, las cuales,
para mayor comodidad puedes buscarlas por autor, compañía o título
y que ya aparecen agrupadas por género. Un rincón ideal para
recuperar esas obras que quieres volver a ver o asistir por fin a aquellas que te
perdiste en su momento. Celebremos así el DÍA INTERNACIONAL DEL
TEATRO, aunque sea con un día de retraso (fue ayer, 27 de marzo).
Aparte
de esta web, son muchas las compañías o salas que ofrecen sus
espéctaculos online aprovechando el enorme alcance de las redes
sociales. Es tal la cantidad que sería imposible hacer siquiera un
resumen de todas ellas, pero aquí os dejo un par de buenos ejemplos.
Desde EA Teatro, una modesta y encantadora sala de teatro de Albacete os dejo esta pequeña gran obra maestra:
Becquer en Wyoming -Tercero Izquierda Teatro
Y del Centro Dramático Nacional y Focus, rescatamos esta producción de hace 20 años.
Muerte de un viajante, de Arthur Miller
No
cabe duda, que muchos de los artistas de este país (músicos,
actores, pintores, escritores, titiriteros de todo tipo) están entre
los profesionales que han sabido adaptarse a los espacios tan
reducidos que impone la nueva realidad y nos están haciendo llegar
sus obras desde el primer día. Estos días, más que nunca, se
respira arte en muchas casas de España.
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